Entendiendo la columna y sistema nervioso de tu caballo (Parte 2)
Tal y cómo os prometía en el artículo anterior vamos a hablar de un sistema totalmente desconocido en nuestros caballos. El sistema nervioso. Estamos acostumbrados a hacer multitud de tareas proactivas en torno a la salud de nuestros caballos: avisamos al podólogo sin esperar a que los cascos estén hechos un desastre, el odontólogo revisa la boca y no esperamos a que el caballo no pueda comer y un largo etc. En este sentido, es una satisfacción cuándo cómo veterinario observas cómo los aficionados han evolucionado a mejor en el cuidado de sus caballos. Sin embargo, este tipo de cuidados preventivos dejan de un lado un sistema tan importante como el nervioso…¿qué has hecho por el de tu caballo recientemente?
El sistema nervioso del caballo está compuesto por una parte central y una periférica. La periférica está compuesta por todos los nervios que van a todas las partes del organismo equino y que conectan éstas con el sistema nervioso central. No disponemos de datos en caballos, pero en humanos se sabe que el total de nervios que alberga una persona, puestos en línea darían para dar la vuelta al mundo y un poco más…si esto es así en nosotros, imagina en un caballo, podemos estimar que habrá cientos de miles de kilómetros de nervios y no nos quedaríamos cortos.
El sistema nervioso central, es la computadora que controla toda la vida de nuestros caballos. Está formado por el encéfalo y la médula espinal; ésta última discurre desde la nuca hasta mitad de la zona externa que conocemos como los “riñones” del caballo y se encuentra protegida por las vértebras que conforman la columna del caballo. Seguro que en este punto, si leíste el artículo anterior comienzas a entender o al menos a atar cabos en torno a la conexión de la columna vertebral, el sistema nervioso del caballo y su salud y bienestar. Puede que pienses que me estoy pasando con esta última frase, pero créeme que si sigues leyendo entenderás el por qué. Sabemos que el sistema nervioso central del caballo es el primero en aparecer cuando son un pequeño embrión de tres semanas de vida (y difícilmente diferenciable del de un humano o un pollo). Justo después aparece el latido cardíaco. Esto es así porque necesitamos a un “jefe” que dé las órdenes correctas en el momento oportuno. Cualquier libro de secundaria nos define el sistema nervioso como aquél que coordina y controla todas las funciones corporales. Desde ese momento, el sistema nervioso central se va a encargar de que todo el organismo equino funcione a la perfección hasta el último aliento de vida. Si algo define al sistema nervioso es su constante búsqueda del equilibrio interno; veamos un ejemplo al respecto: si hace calor, son receptores nervioso de la piel del caballo los que van a informar de esto al sistema nervioso central y, rebasada cierta temperatura que pudiera comprometer las funciones corporales equinas, el mismo sistema nervioso central emitirá una orden para que se produzca sudor en un intento de bajar la temperatura corporal.
Si lo pensamos bien, hay un dato definitivo para entender cómo de importante es el sistema nervioso: es el único que se encuentra protegido por hueso (cráneo y columna vertebral) y que a día de hoy aún no ha conseguido trasplantarse en humanos.
Emociones, carácter, sentidos (vista, olfato, gusto, oído y tacto), coordinación, propiocepción y un largo etc. de atributos que valoramos en nuestra relación con los caballos se asientan en el sistema nervioso central. Y ahora, vuelvo a lanzar la pregunta ¿qué hacemos por él?. Una de las principales afecciones que pueden lastrar el funcionamiento del sistema nervioso son los desalineamientos de la columna….¿por qué?, pues veréis que es muy fácil: cuando se producen estos pequeños desalineamientos o desajustes vertebrales, se generan micropresiones en la médula espinal, que discurre por dentro de la columna y de esta manera el tramo afectado comienza a transmitir mensajes en menor cantidad y calidad. Si esto te parece complejo, piensa en lo que pasa cuando te vas a una zona con poca cobertura. Te llaman y apenas oyes a tu amigo o lo oyes entrecortado…el tema es que a veces apenas consigues llegar a descifrar lo que te quiere decir. Esto mismo le sucede a un órgano determinado que no se conecta bien con el sistema nervioso debido a ese desajuste. Si el tramo afectado está relacionado con las extremidades puede que apreciemos una pérdida de coordinación o equilibrio. Y no, no hay caballos “torpes”, hay caballos con disfunciones neurológicas que necesitan tratamientos.
Los desalineamentos de la columna del caballo se producen por muchas causas y, además de generar un problema físico en sí mismos (con dolor y/o patologías asociadas), van a suponer como ya podemos entender un problema neurológico que, a veces dará síntomas como pérdida de coordinación, falta de simetrías, etc. y a veces simplemente van a hacer que nuestro amigo de cuatro patas no esté funcionando al 100%. Es curioso que, cuando preguntas a cualquiera si quiere su caballo al 100% o al 80% nadie contesta al 80%…¿pero qué hacemos para evitarlo?. Todo es importante en la calidad de vida del caballo pero al final, poco importa lo que coma, beba o entrene nuestro caballo si su sistema nervioso no sabe qué hacer con esos nutrientes o esas experiencias. En un smartphone que va mal, poco importa las apps que le instalemos, habrá que formatearlo y empezar de cero. Esto es lo que hace la quiropráctica cuando reajusta una vértebra, y por eso una sesión de quiropráctica es tan potente para la salud de los caballos por que puede desde tratar un problema físico hasta llevarlo a un nivel de salud del 100%. Cuando llevas unos años en esta profesión te asombras de ciertos casos en los que cólicos repetitivos estaban relacionados con un desajuste de la T18 o desajustes del final de la columna pueden reducir la fertilidad de una yegua o hacer que tenga celos sin periodicidad y con anómalos cambios hormonales. Si hemos entendido el artículo, es fácil pensar que pasará cuando ciertas partes del cuerpo del caballo como intestino u ovarios se queden “fuera de cobertura” del sistema nervioso central.
Apostar por una revisión quiropráctica de mantenimiento de tu caballo es llevarlo hacia el 100% de su salud y bienestar, y si puedes hacer que viva al 100%, si puedes disfrutar de la mejor “versión” de tu caballo, ¿por qué conformarse con menos?