Soy Mario Soriano y actualmente me dedico a mejorar la vida, la salud, el bienestar y el rendimiento deportivo de perros y caballos a través de la quiropráctica, la osteopatía y la acupuntura.
¿Cómo llegué hasta aquí?
No recuerdo el momento en el que comencé a estar vinculado al mundo del caballo. Ni qué generación de mis antecesores inició este fantástico viaje, solo sé que el caballo estuvo desde siempre en nuestra familia y que domar caballos fue el leitmotiv de mi infancia, adolescencia y juventud. Con ello, llegué a la carrera de Veterinaria mientras continuaba domando caballos, desbravando potros y atendiendo casos de caballos con graves problemas de comportamiento.
Con 22 años y mi carrera de veterinario finalizada me decidí a adquirir un caballo KWPN de nombre Atila y aquello marcó un auténtico antes y después. Gracias a Atila estoy aquí personal y profesionalmente. Había desbravado muchos caballos, pero no conseguía controlar aquel potro…desde que puse el pie en el estribo hasta que pasé la pierna al otro lado de la montura pasaron 3 años. Sí, lees bien, 3 años. Más de 1000 días oyendo cosas como “envíalo al matadero”, “te va a matar”, “está loco” y aquí me ahorro una serie de palabras malsonantes que no creo que te apetezca escuchar. Y yo… ¿qué hacía?…pues no entendía nada, como veterinario mi caballo no cojeaba ni parecía molestarle nada, sin embargo era el primer caso que pasaba por mis manos que no conseguía domar.
Y siempre llega un día de esos que tocas fondo, lloras todo lo llorable, te cabreas todo lo cabreable y te derrumbas ante la mirada de aquel Atila que nada entendía de los humanos, y menos de mí. Lo había probado todo: sistemas, métodos, profesionales que me ayudaran y nada funcionaba hasta que se me encendió una bombilla de esas que solo se te encienden cuando de verdad tocas fondo….
El momento que lo cambio todo
…¿y si le doliera algo?…¿y si le molestara algo que aunque no le causase una cojera le hiciese no comportarse bien?…y aquí comienza el botón “start” a mi trayectoria profesional en una continua búsqueda de métodos y sistemas para mejorar la salud de Atila. Conocí la quiropráctica la osteopatía y la acupuntura y me diplomé en varias escuelas comenzando a aplicar todos los nuevos conocimientos y enfoques de la salud, primero en Atila, más tarde en miles de caballos y perros.
¿Y Atila?…te preguntarás. Sí claro, déjame que te cuente y acabo la historia porque aún me emociono…
Atila murió de anciano, con nivel gran premio de doma clásica y un comportamiento nada parecido al de potro.
¿La clave?: entender que le dolía algo.
¿El método? Dominar cientos de técnicas quiropráctica y osteopáticas para mejorar su vida.
¿Mi misión? Extender estas técnicas entre caballos y perros para mejorar su vida. También entre otros veterinari@s que quieran iniciarse en el mundo de las terapias manuales. Más que iniciarse, convertirse en verdaderos profesionales. Por eso fundé el Instituto de Osteopatía Veterinaria.
Si quieres saber más de mi CV te lo dejo por aquí.
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Y si quieres que trate alguno de tus caballos, visitar alguno de mis centros, preguntarme algo o quieres formarte conmigo pásate por la sección de contacto y escríbeme…
¡Prometo contestar!
