Entendiendo la anatomía del caballo: la grupa del caballo (Parte 1)
Seguimos avanzando en el entendimiento de la anatomía del caballo y cómo diferentes partes de su morfología influyen en determinados aspectos de su biomecánica y, por ende, de nuestra relación equitacional con los mismos. En este aspecto, la grupa es una de las partes del caballos más mencionada en tertulias, charlas y coloquios y mucha literatura se ha escrito acerca de la misma, en ocasiones con conocimientos empíricos que superan el dictamen de la ciencia, en ocasiones con saberes supuestos y conclusiones más propios de las leyendas hípicas…¿vamos allá?
La grupa es la región anatómica donde se encuentra el motor propulsor de nuestros caballos. Este motor, pensado en términos de músculos se encuentra en varios paquetes musculares cómo son los isquiotibiales, cuádriceps, y glúteos. Ninguno es más importante que el otro pues, a pesar de que en términos anatómicos se nos enseñan de manera aislada, la realidad es que los músculos trabajan de manera cooperativa a partir de lo que denominamos cadenas musculares. Sin embargo, los músculos necesitan el palanqueo óseo y determinadas movilidades articulares para poder hacer correctamente su función; cuando hablo de correctamente me refiero a términos cuantitativos y cualitativos. Cuantitativos por que sin determinadas movilidades articulares no se van a poder alcanzar determinadas cotas de fuerza y cualitativos por que solo si los músculos reseñados (todos en realidad) trabajan de manera simétrica y equilibrada vamos a poder tener una impulsión de nuestro caballo equilibrada y simétrica. Por simétrica me estoy refiriendo a una impulsión en la que no haya un bípedo dominante y con ello no tengamos los temidos y mal denominados como caballos diestros o zurdos.
Principales músculos del caballo (Gluteals=Glúteos; Hamstrings=Isquiotibiales; Quadriceps=cuádriceps). Fuente: science-equine.com
Por todo ello, es importante que antes de analizar músculos, ejercicios y aspectos equitacionales nos centremos en analizar cuestiones que tienen que ver con la estructura en la que dichos tejidos blandos tienen que trabajar.
En este sentido, dentro de la grupa tenemos un importante factor a considerar: el final de la columna, justo por detrás de las lumbares es el hueso sacro. El hueso sacro es el resultado de la fusión de cinco vértebras en una única pieza ósea.
Si recuerdas la serie de artículos acerca del entendimiento de la columna vertebral del caballo, hablábamos acerca de la versatilidad en la biomecánica equina que nos daba el tener una columna con anillos móviles…si esto es así, ¿qué pinta en la columna del caballo 5 segmentos fusionamos en el denominado hueso sacro?.
Basta con entender un poco la biomecánica equina para comprender que, si el motor propulsor del caballo se encuentra en el tercio posterior, necesitamos una estructura fuerte que asuma la función de timón (sacro), en torno al cual ruede la pelvis para permitir el avance los posteriores.
Ese “ruede” está capitaneado por una articulación denominada sacroilíaca pues se encuentra entre el sacro y el hueso ilion de la pelvis. El hueso sacro ha sido fuente de interminables leyendas en torno a sus supuestas propiedades o virtudes, de ahí el nombre de “sacro” proveniente del término “sagrado”. Esta propiedad sagrada ha sido entendida por muchos autores por la proximidad de esta pieza ósea a órganos sexuales relacionados con la fertilidad.
De hecho, la inervación de los órganos genitourinarios del caballo proviene de raíces nerviosas que abandonan la columna a nivel de las últimas lumbares y primeras sacras. Así, necesitamos una pieza ósea que sea grande y potente para que entorno a ella se genere el movimiento que va a propulsar al caballo y el hueso sacro cumple esta función a la perfección.
Por ello, en este hueso perdemos la versatilidad que nos darían vértebras sueltas para ganar con la estabilidad que nos dan 5 segmentos fusionados en una única pieza ósea. Además, el sacro se articula con la última vértebra lumbar a través de la denominada articulación lumbosacra; ésta, es la responsable de un movimiento anteroposterior -flexión/extensión- de hasta más menos 20 grados que el caballo necesita para la flexión de la grupa en ejercicios tan comunes como el galope o tan complejos como la reunión o el piaffé.
Es decir, necesitamos que el sacro -la grupa- se mueva con respecto a las lumbares -los riñones- y esta es la base de un buen galope con todas las implicaciones que esto tiene por tratarse de un aire natural: desde el paseo, a las disciplinas de doma, el salto o los caballos de hipódromo. Todos ellos, necesitan de un buen galope y poco importarán los músculos, más o menos voluminosos, si la palanca que hace el sacro con respecto a las lumbares no es la adecuada para que la contracción de estos sea óptima cualitativa y cuantitativamente.
Por tanto, de la información expuesta podemos concluir varios puntos prácticos:
- Si bien la musculatura de la grupa es importante, sino tenemos las angulaciones correctas en sus articulaciones la contracción de los músculos no será todo lo eficiente que debiera.
- El formato externo de la grupa en la perspectiva lateral nos puede dar mucha información acerca de su potencialidad para generar movimiento.
- Junto a los trabajos de potenciación muscular del tercio posterior, necesitamos introducir ejercicios de flexibilidad en la zona lumbosacra.
- Para un buen galope, reunión y piaffé necesitamos una flexión lumbosacra correcta.
Con este pequeño resumen damos fin a este primer artículo acerca de una de las regiones más estudiadas en el caballo. Con toda la información aportada te dejo preguntas abiertas para que reflexionemos en grupo acerca de varios temas: ¿estás entrenando la flexibilidad lumbosacra?, ¿cuáles son los mejores ejercicios para ello?, ¿consideras que a tu caballo le falta impulsión?, ¿qué tipo de morfología externa tiene la grupa de tu caballo?
Fuentes: