Entendiendo la anatomía de tu caballo: a vueltas con la grupa, la propulsión o el avance, la impulsión y la reunión (Parte 2)
Si algo comprobamos en el artículo anterior de esta serie fue que resulta casi imposible definir conceptos como la impulsión sin “abrir” otros conceptos tan o más importantes para una comprensión plena. Así, la impulsión entendida como la capacidad de moverse enérgicamente hacia adelante con un ritmo autosostenido y rectitud nos deja estos 2 conceptos clave. En el caso del autosostenimiento del ritmo o lo que se ha denominado como autopropulsión hablábamos de ésta como la posibilidad del caballo de mantener por sí mismo el ritmo, tempo, dirección, rectitud y postura. Vamos pues a analizar este conjunto de conceptos para que nuestro entendimiento de la autopropulsión del caballo y, por tanto, de su impulsión sea mejor todavía.
– Ritmo: este término se refiere al número de batidas de un aire determinado. Así mientras que el paso y el galope son aires de 4 batidas, el trote lo es de dos ya que las extremidades trabajan a través de diagonales que contactan con el suelo simultáneamente. El ritmo es algo no negociable, es decir o existe ritmo o estamos hablando de caballos con irregularidades que pueden resultar visibles o no. Es evidente que el caballo, dependiendo de la velocidad y reunión que pidamos puede evolucionar a un galope de 3 batidas, pero con esta salvedad, si se observan alteraciones del ritmo hay que investigar el por qué ya que suele ser la antesala de una cojera o lesión grave. Como sabemos, los caballos como animales de presa que son, van compensar sus alteraciones biomecánicas durante mucho tiempo, a veces años, y estas irregularidades son una de las compensaciones que suelen aparecer para poder soportar ciertos dolores o molestias. No los dejes pasar.
– Tempo: una vez que tu caballo puede mantener un ritmo constante, la siguiente área de entrenamiento en la que focalizarse es el tempo. El tempo es la temporización del ritmo de las batidas del caballo. El tempo es la segunda prioridad solo después de que hayamos conseguido el ritmo. Existe muchas veces confusión entre los conceptos tempo y ritmo y así los tempos incorrectos son posiblemente más difíciles de reconocer y corregir que el ritmo. Pero recuerda, el ritmo son las batidas del caballo, y el tempo está relacionado con la frecuencia de tiempo con qué lo hacen; mientras que el ritmo es innegociable, los tempos son entrenables y moldeables y muchas es de aquí de donde viene la dificultad de detectar sus modificaciones.
Piensa en el tempo como la velocidad de las batidas. Podrías estar en un trote de dos tiempos, pero lo rápido que vayas sería debido a la rapidez con que las extremidades contactan con el suelo. Sí, lo has entendido bien, hay muchos tempos posibles dentro de una misma marcha. Por lo tanto, un trote puede ser de dos tiempos, pero la rapidez con que los caballos se mueven en esos dos tiempos puede depender de la raza y la conformación del caballo, de las habilidades del jinete y por supuesto del tipo de entrenamiento del caballo. Aunque normalmente muchos problemas equitacionales tienen que ver con los excesos de tempo, de lo contrario también pueden originarse problemas: si trabajamos para reducir el tempo del ritmo puede que nuestro caballo pierda energía. Esta es a menudo la razón por la cual los caballos baten cuatro veces en el trote o galope. así, desde un punto de vista biomecánico, demasiado lento sin energía adicional puede ser tan perjudicial como demasiado rápido sin control.
Considero fundamental entrenarse en la escucha activa y consciente de las pisadas del caballo. Cada caballo tiene un tempo ideal que le permite trabajar con la energía adecuada, sin perder el ritmo. Aquí sin duda irá mas cómodo y relajado, pero es precisamente nuestro entrenamiento el que debe de llevarle a desafíos como los cambios de tempo de donde va a surgir la flexibilidad y permeabilidad del dorso y lumbares y, con ella, la eficiencia en la transmisión del movimiento desde los posteriores al contacto. Suele suceder que la velocidad que elegiría tu caballo es probablemente más lenta de lo que consideras o te gustaría. Pero lo que sí que tienes que tener presente es que el tempo ideal permite que el caballo se mueva con menos tensión en un mejor equilibrio y en un ritmo constante. No hay aceleración o desaceleración cada pocos trancos. Cada tranco es deliberado, con información propioceptiva coherente y direccionamiento correcto. En estos casos el jinete detectamos una sensación de energía fuerte pero a la vez tranquila tanto del caballo como del jinete. Adoro ver en pista este tipo de binomios.
Junto a estos conceptos, tenemos que mostrar la dirección, postura y rectitud, que van a dar sin duda para un nuevo artículo dad su importancia. Mientras tanto, te invito a probar cómo responde tu caballo a diferentes tempos y que comentes cuáles son sus reacciones…¿has probado a detectar las pisadas de cada miembro e incluso a proveerlas mentalmente?.
Fuentes: