Entendiendo la anatomía de tu caballo: las espaldas y el pecho (Parte 2)
Las espaldas y el pecho de tu caballo se suelen abordar conjuntamente pues abordan una unidad funcional. Son muchos los músculos y estructuras óseas que nos encontramos en esta zona pero básicamente destacamos:
– a nivel óseo: la escápula (el equivalente a nuestro omóplato) y el húmero, así como el esternón y costillas y la parte de la columna vertebral que se encuentra en esta zona y que coincide con lo que en topografía externa del caballo denominamos cruz.
– a nivel muscular nos encontramos pectorales, braquiocefálico, serratos y trapecios entre otros.
El conjunto de toda esta unidad funcional se le conoce como cintura escapular y está íntimamente relacionada con ciertas facetas de la biomecánica equina que comentaremos a continuación. Aunque si te has fijado, hay algo en esa cintura escapular del caballo que quizá te haya sonado raro…¿te has dado cuenta?. Sí, efectivamente, los caballos no disponen de clavícula al igual que nosotros con lo que todo este entramado de músculos va a cobrar una mayor importancia todavía. ¿Por qué? Pues porque son los músculos y fascias asociadas las que van a “unir” las extremidades delanteras del caballo al tórax. El mero hecho en sí mismo de que sea una auténtica “faja” de músculos la que una las extremidades al tórax, hace presuponer que se trata de músculos y fascias fuertes ya que han de soportar importantes cargas; por esto mismo, la tendencia a la rigidez y falta de elasticidad de las estructuras de la cintura escapular es un riesgo elevado y frente al que hay adoptar medidas. Junto a la rigidez de estructuras, se puede presentar un problema aún mayor, la asimetría en la elasticidad y salud de los músculos comentados de manera que el caballo acabe por tener una extremidad delantera brillante y la otra totalmente asimétrica…¿te suena alguno de estos síntomas?.
Una vez comentados los integrantes de la cintura escapular vamos a comprender qué síntomas equitacionales aparecen asociados a la rigidez de espaldas. Por mucho que solemos centrar nuestras preocupaciones y entrenamientos en la región del dorso y los posteriores, no es menos cierto que el movimiento generado detrás ha de pasar por las espaldas, fluir más bien diría yo, para a través de ese balancín que es el cuello llegar hasta la cabeza generando el efecto conocido como “contacto” en tu caballo. Unas espaldas rígidas, asimétricas e inflexibles pueden dar al traste con una maravillosa impulsión generada en el tercio posterior y abdominales. Fruto de todo ello, las implicaciones de unas espaldas rígidas y/o asimétricas son muchas y, como verás, compartidas con otros muchos problemas del caballo:
– Torpeza que lleva a caídas “tontas” y tropiezos.
– Asimetrías en los trancos mostrándose estos frecuentemente cortos e irregulares.
– Caballos que pesan en la mano
– Caballos que rechazan algunas partes del equipo como las mantas, pudiendo llegar a ser por ejemplo reacios a viajar por este mismo motivo: el roce que le produce el equipo de protección que usa para los traslados
– Tendencia a caer sobre las espaldas en giros y círculos, es decir a dejar un exceso de peso en espaldas durante los giros convirtiendo la maniobrabilidad del caballo en dificultosa y con un contacto en la mano tosco.
– Trabajar mejor a una mano que a otra o tendencia a dejarse por ejemplo una mano al saltar.
– Las pérdidas de elasticidad se manifiestan comúnmente en acciones cotidianas como la imposibilidad de darle la mano al herrador cuando éste quiere adelantarla.
– Suelen ser caballos que levantan la cabeza en las transiciones ascendentes y descendentes, manifestándose reacios al movimiento.
– Cuesta impulsarlos, frente a lo que suelen responder con cabeceo o ahuecando ligeramente la cabeza hacia una de los lados.
– Problemas y resistencias en los estiramientos de las manos, así como en todo movimiento -como el trote en extensión- en el que se requiera una fase de protracción del tranco acentuada.
– Caballos de salto con tendencia al derribo con las manos aún a pesar estar bien musculados y afrontar los saltos con un buen desarrollo de potencia.
– Pecho estrecho, escasamente desarrollado o desarrollado en exceso suelen ser indicadores claros de que el conjunto de la cintura escapular no trabajan armónicamente.
– Las tensiones acumuladas en la región de la cruz, suelen provocar un fenómeno curioso y es que la dirección de las crines cambia hacia el lado opuesto justo a su llegada a la región de la cruz.
– Problemas en el cinchado (se hinchan, muerden, etc) dado que la cincha suele comprimir el músculo pectoral ascendente y si esté se encuentra rígido o con mayor tonicidad responde con dolor al cinchado.
Con toda esta información en nuestra cabeza podemos ver la importancia de una estructura a la que no se suele prestar mucha atención, cómo puede influir en fenómenos tan globales y perseguidos como es el de la impulsión y cómo su afectación puede presentarse como cuadros muy dispares, de ahí que la tarea del veterinario especialista en fisioterapia sea muchas veces detectivesca.
En la siguiente entrega nos centraremos en comprender cómo un correcto funcionamiento de la cintura escapular está relacionado con la impulsión y el por qué una cintura asimétrica está detrás también de los caballos diestros o zurdos a modo de consecuencia. Hasta entonces, echa un vistazo de nuevo a los síntomas ¿reconoces alguno en tu caballo?
Fuentes: